Últimamente se habla sobre si los robots nos tomarán el relevo en algunas tareas que hasta ahora solo los humanos podíamos hacer. La verdad es que no deja de asombrarme, sobre todo al darme cuenta de que este tópico ya ha sido abordado por cientos de películas con las que la industria cinematográfica de Hollywood nos ha inundado al respecto. Y ahora, lo que parecía ser ficción comienza a tomar forma, convirtiéndose en realidad, cuando podemos leer casi a diario encabezados en los medios de comunicación como:
¿ Tendrían los robots que pagar la Seguridad Social también ?
¿ Cuál debe ser el salario mínimo interprofesional para un robot ?
No digo que algunos de estos titulares no sean sensacionalistas, pero ‘cuando el río suena, agua lleva’. Y sino que se lo pregunten a los de Amazon, que el próximo mes de octubre de 2017 tienen previsto abrir un centro logístico de distribución en el Prat de Llobregat de 100.000 m2, con 50.000 estanterías en el que van a emplear 3.500 robots, que fabrica su misma filial Kiva Systems. Dichos robots serán capaces de localizar y levantar estanterías de 1,3 toneladas y transportarlas a una velocidad de 6 km/h (más de la velocidad media andada por un humano: 4 km/h) hasta los puestos donde los trabajadores, humanos, prepararán las diferentes expediciones.
Pero, ya que dichos robots van a sustituir a una buena parte de los trabajadores de carne y hueso, ¿ deberían cotizar pues a la Seguridad Social ?. Una pregunta muy controvertida en tanto que tiene defensores y detractores de nivel. Por un lado Bill Gates, insinúa que sí deberían, mientras que Colin Angle – el padre del aspirador robot Roomba de la compañía iRobot – rechaza de llano la idea ridiculizando este punto y contraatacando, al proponer porque no pagan a la Seguridad Social los portátiles, móviles o incluso los programas de Excel, que también son robots tanto al servicio personal como de las empresas, … ¿ por qué será ?.
¿ Cómo los robots sexuales cambiarán el comportamiento romántico de las personas ?
Cambiando de tercio para ponernos un poco a tono, lo último de lo último ha sido la polémica aparición de los robots sexuales, imitando a la perfección la piel humana reemplazando la dermis por la silicona y con un pequeño cerebrito que estimule a las más aberrantes actitudes machistas, denigrando así aún más la ya problemática profesión más antigua de la Humanidad, la prostitución. Si no la pagan ni las reales, no me imagino a las asiliconadas, … la Seguridad Social digo. Una cosa bien curiosa ha ocurrido en Barcelona hace pocas semanas. Los primeros días en que dichas mozas robots empezaron a trabajar – el cliente podía pedir con qué ropa y posición se la quería encontrar – fue tal la demanda, fanfarria y rebomborio ocasionado que el propietario tuvo que desaparecer con sus muñecas, dejando el local porque no pagaba el alquiler.
¿ Estarán los robots al servicio de la humanidad, o viceversa ?
En la película ‘Yo Robot’, Will Smith salvaba a la Humanidad de los robots, que en un principio tenían que estar al servicio de ésta, al incumplir éstos las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov.
Sin ponernos dramáticos, todo esto aún es ciencia ficción y queda mucho trabajo por hacer hasta que la inteligencia artificial devenga un peligro real, lo cual habría que regular muy bien. Pero mientras, podemos pensar en cuál puede ser el potencial peligro de tomar un dron programado como taxi para que te lleve a tu destino. ¿ Te atreverás ?.
Referencias: