Nuevos baristas del siglo XXI.
Tomar café ayuda al medio ambiente: te pone en marcha a ti y a rodar a los coches.
Recientes estudios de la Universidad de Bath, Reino Unido, así como también en la Universidad de Jaén, ponen de manifiesto las ventajas qué tomar café tiene para nuestro medio ambiente. Resulta que en los posos del café, que normalmente se quema en las calderas de las mismas fábricas torrefactoras de café, se encuentran una serie de características que los hace idóneos para el sector de los combustibles.
Biodiésel.
El 15% de los posos del café está compuesto por aceites vegetales de los que, después de un proceso de extracción en disolventes orgánicos, se puede obtener biodiésel como fuente de energía para maquinaria agrícola, transporte público o bien para los mismos camiones que reparten el café cerrando así un ciclo energético en la llamada economía circular.
Inconveniente: Se necesitan grandes cantidades de posos secos para poder obtener algunos litros de este combustible.
Ventaja: Se aprovechan los recursos de terreno disponibles, no teniendo que explotar nuevas hectáreas para bioplantaciones, como la jatrofa. En el mundo de producen 8 millones de toneladas de café según la International Coffee Organization. Estos campos ya existen y por lo tanto no hace falta buscar nuevas extensiones de terreno para cultivar plantas destinadas tan solo a los biocombustibles.
Bioetanol.
Otro porcentaje de los posos del torrefacto, del 5 al 10%, son azúcares. Estos azúcares se pueden procesar para fabricar bioetanol. La fiebre del oro verde, sobretodo en EEUU, ha hecho aumentar de precio algunos alimentos básicos como el maíz o el girasol, al copar dichos cultivos vastas extensiones de terreno destinadas únicamente a la bioenergía. Utilizar el poso del café podría ayudar a minimizar dicho impacto. Aunque hay que tener en cuenta que una parte importante de los costes está en el secado de estos posos, cuya humedad ronda el 60%.
Biomasa.
El resto seco del poso tiene un poder calorífico que lo hace interesante como combustible industrial, alrededor de los 6,9 kWh/kg., casi un 70% comparado con el gasóleo C, pero con una ventaja de precios mucho más bajos y no sujetos a los vaivenes de los oligopolios que marcan las tendencias en función de la oferta y la demanda del mercado ni nada que ver con el mercado ‘pool’ de la electricidad. Y es incluso superior a otros biocombustibles como el orujo con 4,9 kWh/kg o el hueso de aceituna con 5,3 kWh/kg.
Sedimentos de café para las calderas. A toda máquina !
El sector del café crece desde la llegada de las monodosis que tanto popularizó George Clooney. What else? : crece tanto que otras empresas lo han imitado, como es el caso de Nestlé que ha estado inviertiendo 236 M € en los últimos 10 años en su planta de Nescafé de Girona para llegar a las 30.000 toneladas por año de producción de café soluble y también poder lanzar una nueva línea con sumo ‘Dolce Gusto’. Esto ha dado pie a que industrias locales como Cales de Llierca, del Grupo Calcinor, se beneficien de su residuo para alimentar sus hornos que deben llegar hasta 900 ºC de temperatura para conseguir extraer la cal de la excelente roca calcárea de esta zona volcánica. Utilizan el poso del café en un mezcla determinada junto con el coque de petróleo como combustible para sus hornos verticales, contribuyendo así a disminuir la carga de los combustibles fósiles. También las cementeras utilizan este biocomustible para sus hornos rotativos, entre otros muchos residuos más como son: aceite usado, lodos de depuradora, neumáticos viejos, cáscara de arroz, restos de poda, …